miércoles, 30 de junio de 2010

TIENDA DE RAYA ...............

FOGOSO CIERRE DEL P.R.I. EN TUXPAN, VERACRUZ.
Por Imelda Torres Sandoval
jurisagro@yahoo.com.mx



Alrededor de las siete de la noche arribó a Tuxpan Javier Duarte para cerrar la campaña política junto con candidatos de los municipios de la zona norveracruzana: desde la zona baja de la Huasteca, Álamo, Tamiahua y Tuxpan, hasta los municipios de las Sierras de Otontepec y Chicontepec, se dieron cita en las instalaciones del campo deportivo “Damian Carmona” en las instalaciones de la Feria de Tuxpan.





Desde las cuatro de la tarde arribaron al Campo de Futbol del Rastro docenas de autobuses provenientes de Cerro Azul, Tamiahua, Álamo, Chicontepec, Naranjos . Hubo que ubicarlos aquí porque en la Feria ya no cabían. Aproximadamente podemos decir que llegaron 400 autobuses, con sus quince mil personas respectivamente, al cierre regional del PRI en Tuxpan.





Ya en el evento, se aglutinaron aproximadamente veinte mil almas a escuchar el mensaje de Duarte. Quince minutos le regaló el candidato a Gobernador a la exaltada porra priísta, que ya uniformada con playeras rojas y verdes, con miles de paraguas, gorras, playeras, bolsas y dedos de “VAMOS PARA ADELANTE”, coreaban a todo pulmón “DUARTE GOBERNADOR”.






No pude acercarme al templete. Un impresionante y muy discreto operativo de seguridad retenía el paso de la gente hacia Javier Duarte y demás comitiva. Si bien dicen que, cuando veas a tu vecino rasurar, pon tus barbas a remojar.



Me dediqué entonces a observar a la gente. Quería ver en su cara el reproche, la molestia, el enfado por haber sido acarreados como ganado desde tan lejos como Pueblo Viejo o Citlaltepetl. (Bueno, eso dicen los adversarios políticos del PRI). Pero no vi gente molesta, al contrario, la gente se veía conforme y hasta agradecida. Al menos, hoy salieron de su humillante rutina de pobreza y marginación, y llevaron a pasear a sus hijos. Así es, miles de señoras de innegable extracción indígena llevaban a toda la familia, y cada uno cogió su paraguas, su gorra, su playera y su torta. Y todos felices. Después de las palabras de Duarte, salieron a trote, con su caminar de pueblo, jalando a sus criaturas, cogiendo la bolsa con despensa, y tropezando con un arroyo de jóvenes tuxpeños muy bien vestiditos y perfumados que llegaron a la Feria después de las ocho de la noche, para ver a Camila.




¿Y los priístas de Tuxpan? Considerando los cálculos de los autobuses y de la gente que arribó al evento de otros municipios, los que llegaron de la Ochoa, de Alto Lucero, del Retoño, de las colonias y comunidades de Tuxpan, no pasaron de cinco mil personas.



Otra cosa que pude observar fue el terrible dispendio de chácharas con propaganda priísta. No exagero en decir que más de uno se llevó su camioneta cargada de gorras, playeras y paraguas. Incluso señoras a pié llevaban sendas bolsas con playeras y gorras. Y hasta diez o quince paraguas por familia. ¿esperaban más gente y no llegó? ¿o de plano hay mucha lana?



Después del evento, regresé casa y cené con mis hijos. El mayor me señaló: Ma, estás muy calladita. ¿Qué tienes? Estás rara….
Si hijo, estoy callada, me dejó muda lo que vi en la Feria.
¿Te impresionó tanta gente apoyando al PRI?
No hijo, le contesté. Me di cuenta que es más preocupante el doble lenguaje de los electores que el doble lenguaje de los políticos. Y que van a pasar muchos años para que la cultura de la legalidad del voto promovida por la nueva ley electoral y el IFE realmente tenga su efecto. Mientras haya pobreza, hijo, la gente seguirá vendiendo su voto por una gorra y un paraguas. Y los jóvenes como tú, asistirán a los mítines políticos para ver al cantante de moda, no para fortalecer su criterio y opinión que les permita el día de mañana, elegir de manera consiente a sus futuros gobernantes. ¡Qué difícil México te va a tocar vivir, sin esperanza de cambio!


Que conste que yo no fui a ver a Camila, protestó mi hijo. Ni me gusta ese grupo ni tampoco estoy de acuerdo en que se gasten la lana del presupuesto en esas borregadas.


Usted apreciable lector ¿Qué opina?
Hasta la próxima.

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