UNA MIRADA FEMENINA AL INICIO DEL PROCESO ELECTORAL.
Por Lic. Dalia Blanca Tamayo Munguia.
El proceso electoral ha iniciado y la lucha por la Gubernatura, las Diputaciones locales y los tan ansiados Ayuntamientos sin dejar atrás las tan peleadas Regidurías, comienzan con una carrera por obtener el mejor lugar en la nomina de nuestro erario estatal, la cual se profetiza como una lucha encarnizada, en donde nadie tendrá piedad de nadie y los trapitos escondidos serán sacados a la luz, no sabemos si para beneficios partidistas o personales, si no habrá que preguntar a la ahora con licencia presidenta de nuestro vecino municipio de Álamo, que quien sabe porque motivos a días del inicio de proceso electoral la acusan de uno y mil delitos propios y ajenos, no debe de ser justificación de decir que porque es mujer abusan de ella pero bueno no soy quien para echarle tierra a una compañera de género, solo mencionar que si es culpable que la desafueren y la juzguen conforme a la ley simplemente, aunque en este caso tendremos que analizar que es un gran retroceso en el campo político de las mujeres, porque en este distrito por lo menos el porcentaje de mujeres en las presidencias municipales es muy limitado o solo manifestado en los clásicos puestos de suplentes, y con esto pues tendremos que hacer todavía esfuerzos sobrehumanos para que en los comicios que inician sea tomada en cuanta una mujer para ser candidata, la cual tendrá que reunir no solo requisitos esenciales de elegibilidad sino también algunos otros, que pensándolo bien serán más considerados como virtudes. Aunque por casos aislados no debemos de negar que la participación de las mujeres en el ejercicio del poder y la toma de decisiones ha sido beneficiosa, en parte, para las mujeres mismas, al posibilitar el reconocimiento de sus capacidades en la resolución de problemas en el ámbito público, lo que nos ha conducido en muchos casos a revalorizaciones personales y a entrar en un proceso irreversible en donde la salida del ámbito doméstico ha significado para muchas un no retorno a patrones tradicionales, sino el acceso a nuevas formas de vivir.
Sin embargo, aún está pendiente el reconocimiento y revalorización social del papel en la vida pública y la consideración de sus opiniones y propuestas en la definición de las políticas públicas. Asimismo es necesaria una mayor presencia de las mujeres en los cargos de poder y toma de decisiones en las instituciones públicas, sociales y de representación popular. El acceso y el ejercicio de sus derechos civiles no son suficientes; es necesario todavía evaluar el nivel de incidencia de las perspectivas, experiencias y propuestas femeninas en el ordenamiento de la vida social y en la enunciación de los intereses nacionales, estatales y locales.
Así que mujeres de la política estatal y local salgan y muestren que somos veracruzanas con grandes valores y conocimientos para seguir ocupando puestos de elección popular y que no intimiden nuestra lucha con casos que parecen más cuentas cobradas por errores y malas decisiones, que en verdad una mala actuación política.
Licenciada en Derecho egresada de Universidad Veracruzana sede Xalapa y actual Docente en el sistema de Telebachillerato en el Estado de Veracruz.
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